Desde el inicio de la pandemia hemos escuchado hablar de la posible creación de un “pasaporte de vacunación” que daría la posibilidad de viajar a las personas ya vacunadas contra la COVID-19, y finalmente, el Parlamento ha aprobado la propuesta que la Comisión Europea presentó en Marzo:

El Certificado Verde Digital (“Digital Green Pass”).

A raíz de las restricciones a la libre circulación transfronteriza, y ante su persistencia en el tiempo por razones de salud pública, la Unión Europea (UE) se encuentra con la necesidad de expedir certificados interoperables, seguros y verificables que permitan la movilidad de los ciudadanos entre los Estados miembro. Así, la Comisión Europea ha puesto en marcha la elaboración de este certificado digital, con el fin de que pueda comenzar a utilizarse este verano de 2021. Un sistema unificado válido para todos los países de la Unión.

La base jurídica de este proyecto se encuentra en el artículo 21 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE): El derecho de todo ciudadano de la Unión a la libre circulación en territorio de los Estados miembro. Esto conlleva gran importancia ya que implica que el único uso que se puede hacer de estos certificados sea la libre circulación transfronteriza y nunca otras finalidades (se admite que los Estados regulen otros usos si se procuran una base jurídica legitimadora diferente para los posibles usos posteriores)

La principal característica de este “pase verde” y la que da solución a una de las grandes preocupaciones de los ciudadanos, consiste en que no es un pasaporte de vacunación. Esta iniciativa consiste en una propuesta de expedición decertificados sobre vacunación, pruebas y recuperación, es decir, hay tres posibilidades: has sido vacunado, tienes una prueba PCR negativa reciente o has pasado la enfermedad y una prueba te ha acreditado que tienes anticuerpos. Esta propuesta minimiza el riesgo de discriminación ya que, como actualmente el número de vacunados en los estados miembro de la Unión Europea es muy limitado, si sólo hubiese sido un certificado de vacunación se generaría una situación de desigualdad para ejercer el derecho de libre circulación entre vacunados y no vacunados.

Podremos solicitar esta certificación en formato digital o papel con un código QR interoperable que permitan verificar su autenticidad. Será gratuito y accesible para todos los ciudadanos de la UE y a sus familiares, nacionales de terceros países que residan en la UE y visitantes que tengan derecho a viajar a otros Estados miembro. Se emitirá en inglés, e incluirá:

  • Certificado de vacunación:

Datos identificativos del titular

Datos del medicamento vacunal administrado

Metadatos del certificado (emisor del mismo o identificador único)

Identificación de si se ha completado o no la vacunación

  • Certificado de pruebas:

Datos identificativos del titular

Identificador de la prueba realizada

Metadatos del certificado (emisor del mismo o identificador único)

  • Certificado de recuperación:

Datos identificativos del titular

Información sobre la infección anterior por COVID-19

Metadatos del certificado (emisor del mismo o identificador único)

Expedición previa solicitud a partir d 11 días después de prueba positiva de infección por COVID-19

Desde el punto de vista de la protección de datos, los datos referentes a la salud son reconocidos como datos sensibles por la normativa de protección de datos vigente en la Unión Europea. Para salvaguardar la privacidad, la Comisión:

  • Ofrece un sistema de certificados digitales descentralizados
  • Plantea como finalidad del tratamiento verificar la información para facilitar el derecho a la libre circulación
  • Propone que el certificado contenga el mínimo esencial de información
  • Delimita como únicas entidades que pueden tratar los datos personales a las Autoridades competentes del Estado miembro de destino y los Operadores transfronterizos de servicios de transporte de viajeros (aerolíneas y navieras)
  • Respecto a la conservación de los datos expone que se limitará al tiempo necesario para cumplir con su finalidad, en todo caso, deberá suspenderse cuando la OMS declare el final de la pandemia

Con la aprobación del Parlamento, el Certificado Verde Digital ya es una realidad, y sólo queda confiar en que esté listo para su puesta en marcha de cara a las próximas vacaciones de verano.

María Galera Meléndez, Redacción Equal.

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