Joven de 12 años, gasta 100.00 euros en Youtube

Joven de 12 años, gasta 100.00 euros en Youtube. La comunidad youtuber está en pleno crecimiento, los ídolos de los jóvenes ya no son futbolistas o presentadores de televisión, son gente más cercana a ellos, que graban contenido a través de la famosa plataforma de Google.

Uno de estos jóvenes, José Javier, de 12 años residente en Torrevieja, tenía el sueño de hacerse rico y famoso como youtuber. Sin embargo, cometió un error fatal, confundiendo lo que él creía que le iba a servir para cobrar por anuncios con sus vídeos, eran en realidad órdenes de inserción de publicidad en estos vídeos que le estaban costando dinero. Google le ha reclamado en torno a 100.000 euros por publicitarse a través de su aplicación Google Adwords.

Este caso, se ha vuelto viral en internet, y Google envió a primera hora de la tarde este comunicado: «Hemos analizado este caso y no hemos recibido dinero por parte de este usuario. Vamos a proceder a cancelar el saldo pendiente de AdWords. Muchos servicios online, incluyendo Google AdWords, tienen restricciones de uso por edad. Sabemos lo importante que es mantener el entorno de la familia seguro en Internet por eso los padres pueden encontrar información sobre cómo hacerlo en el Centro de Seguridad Familiar de Google».
La madre explica que: «Yo no sabía dónde se había metido mi hijo». Todo comenzó a mediados de agosto, cuando el chico contrató por error un servicio de la multinacional dedicada a dar publicidad y posicionar vídeos y webs de internautas en la red.

Este error, fue cometido tanto por él como por otro amigo, pensando que habían contratado otro producto y que iban a percibir dinero por la publicidad que generaran sus vídeos.
El contenido de los videos, salía de su banda de música de Torrevieja llamada Los Salerosos, colgando grabaciones de sus actuaciones en Youtube. «Pensaba que estaba ganando dinero y no al revés», relata su madre «y quería comprar instrumentos para la banda y cosas así, aunque a su amigo también le dijo que si se hacían ricos tendría una mansión».

La madre denuncia, que la compañía solo pidió a su hijo que facilitara una cuenta bancaria y su nombre para contratar el producto. Ya en septiembre comenzaron a llegar los cargos de Google, que fueron subiendo exponencialmente de unos 15 euros, al inicio, hasta alcanzar 19.700.
Esta cuenta, contaba 2.000 euros de saldo, quedando en números rojos. Una llamada del banco alertó a los padres, que la bloquearon de inmediato y devolvieron los recibos anteriores. Eso no impidió que la multinacional tratara de cargar de nuevo en ella otros 78.000 euros. La familia tiene tres hijos a su cargo, Quesada está en paro y su marido es vendedor ambulante.
Quesada ha asegurado desconocer cómo pudo su hijo generar esos costes en menos de un mes, máxime cuando había estado «castigado durante un tiempo sin ordenador». Fue un informático el que examinó el aparato y descubrió el servicio contratado por error por el chaval.

Este asunto saca a la luz una vez más el descontrol que hay a la hora de contratar servicios a través de Internet y deja muy claro de que la mayor mentira en la red es lo de que alguien se ha leído los términos y condiciones de uso de un servicio al darse de alta, justo por delante de la afirmación de que uno es mayor de edad cuando no lo es.
Usar Internet abre un mundo de posibilidades a cualquier adolescente, pero siempre es necesario que ese uso sea con una cierta supervisión adulta; los supuestos nativos digitales no existen.

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