EL USO DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL EN EL FUTURO DEL COMPLIANCE

El futuro del compliance está ligado al desarrollo y uso de la Inteligencia Artificial (IA) siendo un aspecto de especial interés el control predictivo y la vigilancia tecnológica aplicados a la gestión de riesgos.

Hoy en día, las organizaciones de todo el mundo están adoptando cada vez más la IA y el aprendizaje automático (“Machine Learning”) para impulsar el crecimiento empresarial, mejorar la eficiencia y obtener una ventaja competitiva. Las empresas invierten más en sistemas impulsados por IA automatizando tareas repetitivas y que consumen mucho tiempo, optimizando precios, identificando nuevas oportunidades y tomando rápidas decisiones de inversión. Muchas de estas soluciones están integradas en las aplicaciones empresariales de las organizaciones, faciltando recomendaciones, predicciones e influenciando la toma de decisiones críticas.

Con el lanzamiento de ChatGPT de Open AI y después de escuchar a los líderes de la industria manifestarse sobre las preocupaciones en materia regulatoria a nivel global, será consecuencia lógica que las empresas incorporen esta tecnología en sus operaciones y sigan expandiendo el despliegue de la IA, con actuaciones propias. Según una encuesta de “Forbes Advisor”, “el servicio al cliente es el uso actual más popular para la IA, aunque también lo es la ciberseguridad y gestión del fraude”, cuestiones de máximo interés en compliance.

Fundamental es la incorporación del juicio humano a los procesos de compliance que utilizan IA para tomar decisiones éticas y evitar resultados negativos. Esta incorporación implicaría una serie de actuaciones, entre las que destacan:

1º.-La identificación de riesgos, y es que, aunque la IA puede ayudar a automatizar ciertas tareas de compliance, es esencial que los seres humanos participen en la identificación de riesgos.

2º.-La interpretación de normativas y leyes. La IA puede utilizarse para analizar regulaciones, con ciertas limitaciones, pero se necesitan seres humanos para interpretarlas.

3º.-La toma decisiones éticas. La IA puede utilizarse para proporcionar datos y conocimientos, pero las personas toman decisiones.

4º.-La supervisión. Es esencial supervisar la IA para que funcione correctamente y se tomen decisiones adecuadas.

Es indudable que el futuro del compliance está, como otros órdenes de la vida corporativa, ligado al desarrollo y uso de la IA. Existen innumerables estudios y avances en este campo, pero también hay desafíos y oportunidades.

Seguiremos muy alertas de todas y cuantas cuestiones nos vayan surgiendo, especialmente en esto que denominamos “compliance” y que, en definitiva, es esencial.

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